El servicio de Valoración psicológica Inicial pretende conocer el estado cognitivo, afectivo y funcional (actividades de la vida diaria) de la persona enferma de Alzheimer, de manera que sirva de base para programar las actividades de estimulación posteriores y para que el cuidador principal tenga expectativas realistas de lo que puede esperar o no de su familiar afectado. También pretende conocer el grado de sobrecarga del cuidador principal con el fin de promover actividades de apoyo.
Se parte de la idea de que para realizar las actividades de estimulación cognitiva de forma personalizada debe conocerse previamente las capacidades preservadas de la persona con demencia. Este debe ser el foco central del trabajo con el fin de evitar la frustración del afectado y potenciar los recursos cognitivos que apoyen su autoestima y autoconcepto.
Para realizar esta valoración se pasan un conjunto de pruebas psicológicas estandarizadas reconocidas por la comunidad científica. Con ellas se valoran el aspecto cognitivo, afectivo y funcional de la persona con demencia con el fin de determinar su grado de deterioro lo más aproximado posible. También se valora el grado de sobrecarga del cuidador principal con una escala especialmente diseñada para tal efecto.
La Valoración psicológica Inicial se realiza en el domicilio (o residencia habitual) de la persona enferma de Alzheimer una única vez, con una duración aproximada de una hora. Son los profesionales especializados quienes definan las pruebas de valoración que requiere la persona enferma de Alzheimer. Se entrega al cuidador principal un informe escrito con los principales resultados de esta valoración y con las sugerencias consideradas por el profesional. Este informe entregará en el domicilio (o residencia habitual) de la persona enferma de alzhéimer. Será entregado al cuidador principal en una sesión de una hora de duración.
Actualizado junio 2020