
Aprender a Cuidar y Aprender a Cuidarse. La necesidad de fortalecer la humanización de los cuidados
“Si somos capaces de crear una verdadera intimidad en los cuidados, entonces la experiencia será distinta para ambos y crearemos un verdadero encuentro”
Nuestra experiencia de más de 20 años de acompañamiento a las familias nos ha mostrado que la tarea de cuidar a las personas con alzhéimer puede ser una experiencia tan desafiante como enriquecedora. Y que el resultado del proceso dependerá tanto del deseo y compromiso de cuidar, como también de las herramientas disponibles y aprendidas para cuidar cuidando también de nosotros mismas. Sabemos que el alzhéimer no tiene cura, pero sí tratamiento y esto incluye también el apoyo al cuidador y a la familia cuidadora pues nuestros cimientos tendrán que ser fortalecidos para que la estructura sostenga esta nueva situación.
Aunque existen necesidades específicas que se van modificando con el tiempo, los cuidadores familiares tenemos necesidades que se mantienen a lo largo del proceso de evolución de la enfermedad. El apoyo psicoeducativo que incluya contención emocional, apoyo psicológico y formación e información sobre la enfermedad y el manejo de diversos problemas asociados, sobre las necesidades y recursos de la persona enferma y de la familia cuidadora, es fundamental. Sabemos que los cuidadores contamos con escasa o nula información en relación a la enfermedad y el proceso de deterioro asociado; que un cuidador formado es un cuidador preparado y que el apoyo recibido redunda en una disminución de la sobrecarga a la que estamos expuestos y en una mejor gestión de problemas asociados a la fragilidad (ansiedad, depresión, estrés crónico, entre otros).
El fomento de una mirada de humanización de los cuidados va más allá de la atención de una enfermedad y sus síntomas, tiene que ver con la manera como nos relacionamos con la experiencia, los valores que nos motivan, la mirada hacia la persona enferma y sus cuidadores, la atención y validación de nuestras necesidades y recursos; en definitiva, cómo entendemos los cuidados y el reconocimiento del proceso que atravesará no sólo la persona enferma sino todo su entorno. Por esto, como asociación procuramos facilitar espacios de encuentro donde podamos reconocer que otras personas tienen problemas similares a los nuestros y compartir la experiencia evitando el aislamiento social, protegiendo nuestra autoestima y la sensación de autoeficacia, es decir, la confianza y seguridad de que podremos cuidar de nuestro familiar cuidando también de nosotros mismos porque no estamos solos.
Leave a Comment