
¿Cómo cuidar y cuidarnos en verano?
Los cambios de estaciones pueden traer modificaciones en nuestros estados de ánimo, lo que podría denominarse “trastornos afectivos de carácter estacional”. Con el verano y las altas temperaturas llega una especie de decaimiento y apatía. Estos estados de ánimo bajos pueden tener diferentes explicaciones y causas. Entre ellos, el tratarse de días más largos, la humedad y el calor. Con el objetivo de procurar el máximo bienestar durante las vacaciones, tanto de la persona con Alzheimer como de quien la cuida, más que nunca, es clave evitar los enfrentamientos pues sabemos que aunque la persona no pueda recordar los detalles de la discusión, sí puede sentir las emociones negativas que haya experimentado, pudiéndose sentir intranquila cuando parezca que todo ha pasado.
En cuanto a los cuidados de una persona con demencia en verano, es importante asegurarse de:
- Que la persona tiene siempre la hidratación adecuada. Aunque no lo creamos, puede no ser capaz de pedir agua o decir si tiene sed. Es labor de los cuidadores estar pendientes de eso, fundamentalmente en las horas del día de más calor. Es común que algunas personas rechacen el agua para hidratarse por lo que podemos usar agua con limón y hierbabuena y gelatinas que le darán mas sabor y ayudaran a mantenerse hidratados igualmente.
- Que la ropa de verano sea de colores claros y telas frescas, que favorezcan la transpiración, como es el caso del algodón. Algunas personas rechazaran los cambios en su armario y no sabrán qué elegir, por lo que es importante simplificar dejando solo las prendas que se vaya a usar y lo que sea mas cómodo evitando botones y cremalleras. También es importante cuidar el calzado, evitando sandalias sin refuerzo que puedan exponerlos a tropiezos que traigan consecuencias graves.
- Que el aire acondicionado en el lugar donde la persona pasa mucho tiempo, esté regulado por los mismos cuidadores pues a perdida de la consciencia de sus propias sensaciones, puede dificultar que señalen si tienen frio o calor.
- Si hay cambios en la compañía y en las rutinas, es importante recordar que puede aumentar la confusión y desorientacion y en el entorno. Es importante procurar la seguridad y la confianza atendiendo a su necesidad de estabilidad acompañándolo con objetos cotidianos que reconozca como suyos y contar con algún sistema de identificación que pueda señalarnos su ubicación en caso de pérdida
- Que se mantenga la actividad física al aire libre a primera hora de la mañana o en casa creando momentos y espacios que eviten el sedentarismo.
Sabemos que cuidar no sabe de vacaciones y que quien cuida también tiene derecho a descansar y contemplar también sus propias necesidades. Para ello es importante pedir ayuda a familiares y amigos. Quien cuida ha de expresar abiertamente a las personas de su entorno tanto las necesidades de la persona enferma como las propias, para así encontrar soluciones que sean beneficiosas para todas las partes.
AFA Las Rozas sigue a vuestra disposición a través de nuestra línea de atención psicosocial SOS Alzheimer.
¡Buen verano para todos¡
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