
Carta de la artista Virgina Calvo a AFA Las Rozas
Hay un momento en el que empiezas a recibir señales, avisos que se van ensanchando en el tiempo, cada vez en frecuencias más cortas, y con mucha consciencia y conciencia te instalas en una alerta diaria, en una observación continua.
Cuando el Alzheimer llama definitivamente a tu puerta, el temor y la desolación se instalan en cada rincón de tu casa, sientes que te arrastra un ciclón que amenaza con llevarte y cambiarlo todo… Mi madre está enferma. Duele profundamente no poder entrar en su laberinto, pero quiero brindarle mi amor, mi apoyo, confianza y compañía como ella hizo siempre conmigo, a pesar de que me muerden una pena y una impotencia inmensa que sólo ella sabe sanar con su sonrisa. Su esencia permanece entre nosotros, pero ella se va por mucho que yo tire de sus manos e intente impedirlo, y sé que tiene miedo, mucho miedo: me lo dice su mirada.
El alzhéimer no tiene tratamiento. Las cifras sobre la enfermedad y sus consecuencias son abrumadoras. Queda mucho que conseguir por un futuro esperanzador para las generaciones venideras ante una enfermedad que promete ser pandemia.
Pero también existen momentos de luz y, sobre todo, personas de luz. La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de las Rozas es un buen ejemplo de ello. Apareció en mi vida para permitirme aprender, además de otras muchas cosas, que en este camino con muchos adjetivos no estamos solos: AFA está a nuestro lado, con gente muy buena que te lleva a más gente buena en una red en constante crecimiento y en la que todos nos ayudamos como podemos, y eso es muy grande y alentador.
Dando vueltas a qué podía aportar yo, cómo ayudar a AFA para que AFA siga ayudando a otros como nos han ayudado a nosotros, se me ocurrió que la mejor manera de hacerlo era donando mi trabajo. A esta idea se sumó el fotógrafo Agustín López Bedoya para juntos hacer esto desde la gratitud y la humildad con un único objetivo solidario: conseguir que AFA cuente con un pequeño recurso más. Sólo deseo que, con ayuda del que quiera aportar su granito de arena, podamos cumplir nuestro objetivo.
Gracias a Claudia, Miguel Ángel, Tania, Agustín, mis compañeros del curso de cuidadores y todos los que se van sumando a esta nueva familia por que hayan entrado en mi vida. Gracias de todo corazón por ser, por estar, por acompañar y ayudar.
Información sobre la exposición aquí

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