
La comunicación de una persona con demencia I
¿Qué hacer ante las repeticiones?
La persona con demencia experimenta cambios en su forma de expresarse y en la forma en que entiende a los demás, lo que dificulta el proceso normal de la comunicación. Esta progresiva incapacidad coloca a las personas de su entorno en la necesidad de aprender nuevas formas, más apropiadas, de comunicarse con ella.
Los cambios experimentados son diferentes en cada persona, diferencias que se ven agudizadas en el momento en que se modifican sus condiciones físicas o su medicación, entre otros factores. Por eso, comunicarse con una persona enferma por demencia requiere de grandes dosis de paciencia y comprensión, ya que es un acto que ha de servir para transmitirle seguridad y confianza.
La conversación con una persona con demencia es uno de los mayores retos a los que nos podemos enfrentar.
Cuenta con que habrá muchas repeticiones. Las personas con deterioro cognitivo ni siquiera pueden recordar que ya han mantenido la misma conversación que ahora están repitiendo. Por lo tanto, dirán lo mismo y preguntarán lo mismo una y otra vez. Ten en cuenta que cada vez que te haga una determinada pregunta, para ella es una pregunta nueva. Tú debes actuar como si para ti también lo fuera. Esto ya le tranquilizará. Si le dices que ya te ha preguntado eso mismo antes o actúas con impaciencia – cosa que le hará creer que hay algo malo en la pregunta – , lo único que conseguirás será aumentar su ansiedad, su dolor y su miedo.
¿Qué hacer ante las repeticiones?
Es posible que te cuente las mismas historias una y otra vez. Debes recordar que el contenido no importa, lo importante es que intenta conectar a través de la conversación. Intenta aferrarse a su identidad y a sus relaciones y saben que la conversación es esencial para lograrlo. Como su memoria operativa de trabajo (a corto plazo) no funciona demasiado bien y la transferencia de esta memoria a la de largo plazo tampoco funciona, inician la misma conversación cada 5 minutos hasta que tú logras cambiar de tema o de actividad.
Lo mejor que puedes hacer es mostrarte igual de receptivo/a e interesado/a cada vez que la conversación se repita y no revelar a través de las palabras, los gestos, las expresiones faciales, el tono de tu voz o cualquier otra forma de expresión corporal que ya has oído esa misma historia antes. De vez en cuando podrías añadir algo como “creo que has mencionado eso antes y me interesa mucho porque…” y continuar hasta establecer una conexión. He aquí algunas posibilidades:
“….Yo también he…..”
“….Mi abuelo también me hablaba de ello y me decía…..”
“….Eso que dices me recuerda a…..”
Algunas sugerencias
▪ Presta atención al propio lenguaje corporal: hablar de frente, evitar movimientos bruscos, utilizar gestos y expresiones faciales amistosas.
• Evita los ambientes con excesiva o insuficiente luminosidad.
• Evita los ambientes con exceso de ruido o personas.
• Evita las interferencias e interrupciones mientras se habla.
• Evita los obstáculos físicos entre ambos, como una mesa, gafas de sol, sillas de diferentes alturas.
• Evita hablar si no se puede controlar la propia angustia o nerviosismo. Es preferible relajarse antes.
En AFA Las Rozas contamos con la experiencia y formación para orientarte en estas y otras situaciones que pueden provocarte mayor sobrecarga.
¡No dudes en ponerte en contacto con nosotros!
Bibliografía sugerida: Strauss Claudia. ¿Cómo Hablar con un enfermo de Alzheimer?. Ed. Obelisco, 2005.
Muy útil e interesante el. trabajo desarrollado